La Madre Anaís Camargo González fue un alma sencilla, profundamente habitada por Dios y conducida por el Espíritu Santo. Nació el 2 de agosto de 1950 en Duitama, Boyacá, en el calor de una familia creyente, donde germinó en su corazón el amor a la Santísima Trinidad y a la Virgen María, amor que marcó toda su vida y misión. Mujer de profunda vida interior, vivía en constante unión con Jesús en la oración, de donde brotaba su ternura, compasión y entrega incondicional. Su vida fue un reflejo del amor misericordioso del Padre, derramado sin reservas en los enfermos, los pobres, los excluidos, los presos y los niños vulnerables. Dios la condujo por caminos de servicio silencioso y fecundo, hasta confiarle en el año 2013 la misión de fundar la comunidad religiosa Hermanas Obreras Misioneras de la Santísima Trinidad, como una ofrenda viva de amor, adoración y servicio a la Trinidad Santa, en comunión con la Iglesia. El 12 de enero de 2021, el Padre la llamó a su presencia. Su alma, ya consumada en el amor, partió como lámpara encendida. En el corazón de sus hijas espirituales dejó el ardor de una vocación que no se apaga: vivir solo para Dios y anunciar su amor donde más se necesita.