Hay voces que el alma reconoce sin ruido. Una de ellas es la de Dios, que llama con ternura a quien Él ha pensado desde siempre para sí. Si en tu corazón sientes el deseo de adorar al Dios Trino, de vivir en oración, sencillez y entrega misionera, y de ser consuelo para los más pequeños del Reino, Cristo podría estar llamándote a algo más.

Las Hermanas Obreras Misioneras de la Santísima Trinidad somos una comunidad nacida del corazón de la Iglesia para hacer visible el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en medio del mundo. A través de la oración, la fraternidad y el servicio a los reclusos, enfermos, comerciantes, jóvenes y familias, ofrecemos nuestra vida como ofrenda silenciosa y fecunda.Nuestra misión nace de la contemplación, se alimenta de la Eucaristía y se extiende en gestos de misericordia. Somos pequeñas lámparas encendidas en las manos del Dios eterno, llamadas a iluminar con su luz las heridas del mundo.

Si sientes en lo profundo la voz del Amado, no cierres tu corazón. Él no arrebata, enamora. No impone, invita. Y cuando se responde, todo cobra sentido.Ven y descúbrelo. 

¡Tal vez tu lugar está aquí, donde Dios ya te espera!